Coordinación: Dr. Daniel Gimeno; Lic. Norma Velardita y Mg. Cecilia Vila
Fundamentación: El propósito de la mesa será discutir con actores vinculados a estos tópicos desde diferentes campos de saberes en las ciencias sociales, las humanidades, la informática, entre otras. Desde hace pocas décadas los viejos sistemas mediáticos de la cultura de masas conviven y convergen cada vez más en su articulación con las tecnologías de la información que contemplan modelos provenientes de las telecomunicaciones y de la informática. Situándonos en una cronología histórica, estos fenómenos son producidos en un capitalismo informacional, identificado a fines del siglo XX, compuesto por dos momentos: una primera fase de redes (1970 a 2005) y una segunda fase de plataformas (2005 hasta el presente) (Zukerfeld y Yansen, 2020).
Con la presente propuesta, se ofrece un espacio de debate y trabajo sobre tópicos relativos a diferentes fenómenos sociales enmarcados en esta problemática atravesada por múltiples dimensiones: la conformación de otros escenarios de enunciación, las transformaciones en el campo de las prácticas sociales, los ¿nuevos? sujetos de la comunicación que cobran visibilidad en las configuraciones mediáticas actuales. Tensiones, alianzas y disputas de poder, construidas con y desde estas materialidades, hacen a la experiencia contemporánea de vida.
Interesa discutir la noción de convergencia desde un enfoque culturalista. Esto implica comprenderla, desde Henry Jenkins (2008) como un flujo de contenido mediante varias plataformas, la cooperación entre múltiples industrias mediáticas y el comportamiento migratorio de las audiencias que pretenden o se proponen experiencias de entretenimiento. Desde su punto de vista, podemos focalizarnos en el cambio cultural de la convergencia mediática, más allá de su dimensión artefactual. En este sentido, existe un proceso en el que lectores y públicos están involucrados al participar activamente en la búsqueda y producción de información sobre diversos temas. En relación a ello, indica que “la convergencia altera la relación entre las tecnologías existentes, las industrias, los mercados, los géneros y el público” (p.26).
Sobre el tema propuesto, la investigadora brasileña Cosette Castro (2017) aporta algo que interesa destacar: la convergencia no es un fenómeno uniforme, sino que tiene varios “niveles” o “tipos”. En consecuencia, para ella implica primero una convergencia tecnológica (de aparatos que se comunican); en segundo lugar, hay una convergencia de sistemas (que pueden ser interoperables y “dialogar” entre sí, como los distintos modelos de televisión digital); en el tercer orden existe una convergencia de contenidos (que circulan en distintas plataformas); y por último podemos reconocer una convergencia de formatos (un formato originario de la televisión que pasa a ser enseñado en la radio, en sitios de internet o en un diario on line) (Castro, 2017).
En estos nuevos escenarios de la comunicación y la cultura, las prácticas comunicativas emergentes se ponen en tensión con diversos procesos de producción de sentidos que reconfiguran la política, el periodismo, el espacio público y el consumo de medios, entre otras esferas del mundo social y generan debates tan interesantes como necesarios.